Situación
La ciudad de Malaga se encuentra en una pequeña bahía a orillas del mar Mediterráneo, al sur-oeste de la Península Ibérica y a unos 100kms del Estrecho de Gibraltar. Está rodeada por los montes de Málaga y el valle del Guadalhorce y la atraviesan los ríos Guadalmedina y Guadalhorce. El término municipal tiene una superficie de unos 398kms2 con una población de unos 568.000 habitantes siendo la sexta ciudad en población de España.
Orígenes
La ciudad se remonta a comienzos del s. VIII a. c. al fundar los fenicios una colonia en la desembocadura del río Guadalhorce a la que llamaron Malaka. Posteriormente estuvo habitada por los cartagineses hasta el año 202a. c que pasó a manos de los romanos, llegando a ser un punto importante en la Vía Hercúlea, al conectarla con el resto de Hispania y con los demás puertos del Mediterráneo. Después del Concilio de Nicea (año 325) y debido al arraigo del cristianismo en la zona y al desmembramiento del Imperio romano, pasó a ser dominada por los godos hasta principios del s. VIII y al llegar el islamismo a la península quedó definitivamente bajo la influencia árabe en el año 743, llegando a ser bajo su dominio una ciudad floreciente, enmarcada por un recinto amurallado con cinco grandes puertas y con asentamientos de comerciantes genoveses y judíos.
A principios del s. XIV comenzaron los intentos de reconquista por parte de los cristianos, no llegando a conseguirla hasta el año 1487 después de seis meses de asedio, con la dominación castellana la ciudad empezó a cambiar de aspecto con la construcción de la Catedral, la Plaza Mayor y nuevos barrios fuera de las murallas, pero este desarrollo quedó frenado en los siglos XVI y XVII, debido al levantamiento y posterior expulsión de los moriscos y a diferentes epidemias e inundaciones que azotaron a la ciudad.
Con la llegada del s. XVIII la ciudad empezó a recuperarse y a reanudar las obras pendientes como el puerto y la catedral y a principios del s. XIX comenzó su desarrollo y fue pionera en la Revolución Industrial en España, llegando a ser la primera ciudad industrial del país, hasta que en 1880 comenzó una nueva crisis, que hizo cerrar la industria azucarera y las fundiciones industriales, aumentando aún más durante las primeras décadas del s. XX, hasta llegar a los años 60 en que comenzó el desarrollo turístico en la zona, rehabilitando la ciudad para convertirla en un centro de servicios de los más importantes de España.
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